Ingredientes:

  • 800 g de mollejas limpias
  • 1/2 cebolla
  • Majado de ajo y perejil
  • 1/2 vaso de vino blanco
  • 1 hoja de laurel
  • 1 guindilla (opcional)
  • 1 cucharada de pimiento choricero
  • Sal
  • Aceite de oliva
  • Agua (para la cocción de las mollejas)
  • 1 o 2 vasos de caldo de ave (para el guiso)

Elaboración:

Limpieza de las mollejas: Aunque las mollejas suelen venir limpias, me gusta darles un buen repaso. Las enjuago con agua caliente, sal y un chorrito de vinagre para quitar todas las impurezas.

Cocción: Una vez bien lavadas, las pongo en una cazuela con agua y un poco de sal. Cocino las mollejas hasta que estén tiernas. Luego, las escurro y reservo.

Preparación del sofrito: En otra cazuela, añado un chorrito de aceite de oliva. Pico fina la cebolla y la sofrío hasta que tome color. Luego, agrego el majado de ajo y perejil, y dejo que se sofría un poco más.

Añadir condimentos: Añado la cucharada de pimiento choricero y rehogo todo. Después, incorporo el vino blanco, la hoja de laurel y la guindilla (si decides usarla). Dejo que cueza un par de minutos.

Integrar las mollejas: Incorporo las mollejas reservadas y añado el caldo de ave (o agua), junto con sal al gusto. Dejo que cueza a fuego medio durante unos 10 minutos para que los sabores se integren.

Finalización: Una vez que el caldo ha reducido un poco, el plato estará listo para servir.

Sugerencia:

Este plato queda genial acompañado de pimientos fritos. ¡Le dan un toque perfecto!