Las magdalenas caseras eran un clásico de la repostería tradicional en casa. Su textura esponjosa y su delicioso aroma a limón las convierten en un bocado irresistible. A continuación, te explico paso a paso cómo prepararlas.

Ingredientes

  • 6 huevos
  • 1 sobre de levadura
  • Ralladura de 1 limón
  • Piel de 1 limón
  • 300 g de azúcar
  • 500 g de harina (aproximadamente)
  • ½ vaso de aguardiente
  • ¼ de litro de aceite de oliva suave
  • Moldes para magdalenas

Elaboración

Aromatizar el aceite

Pon el aceite de oliva en un cazo junto con la piel del limón y caliéntalo a fuego medio. Cuando la cáscara esté frita, retira del fuego y deja templar. Luego, cuela el aceite para eliminar la piel.

Batir los huevos

En un bol grande, separa las claras de las yemas.

  • Bate las claras a punto de nieve hasta que estén bien firmes.
  • Incorpora las yemas una a una, mezclando suavemente para que no pierdan aire.

Añadir los ingredientes líquidos y el azúcar

  • Agrega el azúcar y sigue mezclando hasta que se deshaga.
  • Añade el aceite colado y aromatizado, el aguardiente y la ralladura de limón. Remueve bien para integrar todos los sabores.

Incorporar la harina y la levadura

  • Tamiza la harina junto con la levadura.
  • Añádela poco a poco a la mezcla, removiendo con movimientos envolventes. La masa debe quedar homogénea, ni demasiado líquida ni demasiado espesa.
  • Deja reposar la masa durante 30 minutos.

Preparar el horno y los moldes

  • Precalienta el horno a 200 °C.
  • Rellena los moldes de magdalena hasta ¾ de su capacidad, dejando espacio para que suban.

Hornear las magdalenas

  • Introduce la bandeja en el horno precalentado.
  • Cuando la masa haya subido, baja la temperatura a 180 °C y hornea durante unos 20 minutos, hasta que estén doradas.
  • Si lo deseas, puedes espolvorear un poco de azúcar sobre la masa antes de hornear para obtener una costra crujiente.

Dejar enfriar y disfrutar

  • Una vez listas, saca las magdalenas del horno y deja que se enfríen sobre una rejilla.
  • Disfrútalas en el desayuno o la merienda, ¡quedan jugosas, naturales y deliciosas!