Esta receta tiene sus raíces en la cocina pastoril extremeña y refleja la riqueza de los ingredientes locales. Este guiso tan sencillo pero reconfortante captura la esencia de nuestra cocina tradicional y es una delicia para los amantes de la carne y los sabores intensos.


Ingredientes

  • 1 kg de cordero (incluyendo el hígado).
  • 1 cebolla grande.
  • 3 dientes de ajo.
  • 1 pimiento rojo asado.
  • 1 cucharadita de pimentón dulce o picante (según tu preferencia).
  • 1 vaso de vino blanco.
  • 1 cucharadita de harina.
  • 1 hoja de laurel.
  • Caldo de carne (o agua, si lo prefieres).
  • Aceite de oliva, pimienta y sal.

Elaboración

Preparar los ingredientes:

  • Pela los ajos y corta el cordero, incluido el hígado, en trozos no muy grandes. Salpiméntalos al gusto.

Dorar los ajos:

  • En una cazuela, calienta un poco de aceite de oliva y dora los dientes de ajo. Retíralos y resérvalos para más tarde.

Freír el cordero:

  • En el mismo aceite, fríe los trozos de cordero junto con el hígado. Una vez dorados, retira los trozos de hígado y resérvalos con los ajos.

Cocinar la carne y la cebolla:

  • Añade la cebolla picada finamente y la hoja de laurel a la cazuela con el cordero. Cocina a fuego medio hasta que la cebolla esté bien pochada.

Preparar el majado:

  • En un mortero, machaca los ajos fritos, el hígado, el pimiento rojo asado y un poco de sal hasta formar una pasta homogénea. Resérvala.

Añadir harina y pimentón:

  • Una vez esté bien cocida la cebolla, espolvorea la harina y el pimentón sobre la carne. Remueve bien para que se mezclen y cocina durante un par de minutos.

Incorporar el vino y el caldo:

  • Vierte el vino blanco en la cazuela y deja que hierva un par de minutos para evaporar el alcohol. Luego, añade el caldo de carne o agua hasta cubrir los ingredientes. Cocina a fuego medio durante unos 30 minutos, o hasta que el cordero esté tierno.

Agregar el majado:

  • Cuando el cordero esté listo, incorpora el majado reservado. Cocina a fuego lento durante 5-10 minutos más, removiendo ocasionalmente para evitar que la salsa se pegue.

Rectificar de sal:

  • Prueba la salsa y ajusta el punto de sal si es necesario.

Presentación

Sirve la caldereta caliente acompañada de pan rústico para disfrutar de su deliciosa salsa. ¡Es un plato lleno de tradición y sabor!


¿Te animas a preparar esta receta? ¡Déjame tus comentarios y cuéntame cómo te quedó! 😊